Territorialidad (comunicaciĆ³n no verbal)


      Territorialidad

La territorialidad es un tĆ©rmino asociado con la comunicaciĆ³n no verbal que se refiere a cĆ³mo la gente usa el espacio para comunicar la propiedad/ocupaciĆ³n de Ć”reas y posesiones. Las ramas del concepto antropolĆ³gicas de las observaciones de comportamientos de la propiedad de animal. Podemos considerar que este espacio personal parece a una burbuja que uno no quiere invadido.
Desde que nacemos toda nuestra vida se desarrolla en torno a territorios. Vivimos en nuestro planeta, en nuestro continente, en nuestro paĆ­s, en nuestra comunidad o provincia, en nuestro municipio, en nuestro barrio, en nuestra casa, tenemos nuestra habitaciĆ³n, tenemos nuestra cama, y por supuesto, en nuestro trabajo, tenemos tambiĆ©n nuestro espacio.
Cualquier criatura sobre la faz de la tierra tiende a definir y defender un territorio como propio dentro del cual actĆŗan con mayor seguridad (Konrad Lorenz, 1963 y Desmond Morris, 1967) El comportamiento del ser humano frente a la propiedad y defensa del territorio que considera como suyo, es anĆ”logo a la actitud de otros animales irracionales como la hiena y el leĆ³n (Robert Ardrey, 1966). El hecho de forzar a los seres a disponer de un espacio, un ambiente y unas condiciones bastante diferentes de las que acostumbra, origina una perturbaciĆ³n de sus normas de conducta, que pueden llegar a producir una gran ansiedad (John B. Calhoun, 1962). La territorialidad tiene como trasfondo la necesidad de supervivencia, asĆ­ que, cualquier incursiĆ³n en el territorio que otro ser humano considera como propio generarĆ” la activaciĆ³n de un mecanismo de defensa (HĆ©ctor GĆ³mez, 1994).
La postura del cuerpo.
La postura es una seƱal en gran parte involuntaria que puede participar en el proceso de comunicaciĆ³n. Se entiende por postura la disposiciĆ³n del cuerpo, o sus partes, en relaciĆ³n con un sistema de referencias determinado (Corrace, 1980). Dicho sistema de referencia puede ser doble, por una parte la orientaciĆ³n de un elemento del cuerpo en relaciĆ³n a otro, o con el resto del cuerpo; y por otra una orientaciĆ³n corporal o de sus partes relativa a otros cuerpos de otros individuos. La postura varĆ­a con el estado emotivo especialmente a travĆ©s de la dimensiĆ³n relajamiento-tensiĆ³n (Mehrabian, 1971). Ekman y Friesen (1969) seƱalan que la postura es menos controlable que el rostro o el tono de voz, por lo que puede revelar a los demĆ”s la actitud de los sujetos, asĆ­ como la confianza o la imagen que tienen de si mismos. Trower, Bryant y Argyle (1978) afirman que las posiciones de la postura corporal sirven para comunicar distintos rasgos como las actitudes y las emociones. Mehrabian (1971) apunta, tambiĆ©n, la existencia de una relaciĆ³n lineal entre postura y actitud hacia el receptor. Este autor, analizando la comunicaciĆ³n de actitudes y estatus a travĆ©s de indicios posicionales observĆ³ que la "relajaciĆ³n posicional" (posiciĆ³n asimĆ©trica de articulaciones, inclinaciĆ³n oblicua o recostada, y relajaciĆ³n de manos y cuello), puede relacionarse con diferencias de estatus social entre “seƱalador” y receptor, de tal manera que si el receptor es de estatus inferior, el “seƱalador” se mostrarĆ” mĆ”s relajado y al contrario con un receptor de estatus superior, el “seƱalador” se mostrarĆ” mĆ”s tenso.

 

Podemos definir la orientaciĆ³n como el Ć”ngulo segĆŗn el cual las personas se sitĆŗan en el espacio, tanto de pie como sentadas, unas respecto a otras. Las dos principales orientaciones que dos personas pueden asumir durante una interacciĆ³n son la de "cara a cara" y "lado a lado". El presentar una u otra orientaciĆ³n, indicarĆ­a las relaciones de colaboraciĆ³n, intimidad o de jerarquĆ­a. De tal manera que dos personas con una relaciĆ³n de colaboraciĆ³n o de amistad Ć­ntima, asumen la posiciĆ³n de lado a lado, mientras que si se trata de una relaciĆ³n jerĆ”rquica, el sujeto superior se colocarĆ” enfrente del sujeto inferior (Ricci y Cortesi, 1980). No obstante, existen variaciones culturales al respecto. AsĆ­, por ejemplo, los Ć”rabes prefieren la posiciĆ³n cara a cara (Watson y Graves, 1966); los suecos evitan la posiciĆ³n a 90Āŗ (Ingham, 1971).

 Tener las piernas muy abiertas en posicion de v al  reves tambien una buena manera dea ganar territorio

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